Mi búsqueda no ha sido sencilla, he encontrado a mi paso,
amigos, enemigos, conocidos, personas que solo buscaban algún beneficio de mí...
Pero mi búsqueda término, porque encontré un hombre, tan seguro de sí mismo que
no teme a mi realización como mujer, que no me considera su rival en ningún
aspecto, sino que es para mí y yo para el eternos compañeros... Es un hombre
que no le teme a la ternura y que se atreve a ser débil, que se detiene al
verme desfallecer y me ayuda a recobrar fuerzas para la lucha diaria, el no
piensa que al amarme lo derroto o que el al amarme me aniquila... Es un hombre
que me protege de los demás y de mi misma, el conoce mis errores y
así me acepta y me ayuda a corregirlos... Es un hombre que cada día alimenta
nuestro amor con delicadeza, el sabe que para mi tiene más valor un te amo de
sus labios que la joya más preciada que pudiera haber en el mundo... Con el
puedo hablar de todo sin temor a que me juzgue o me ofenda, el es capaz de
decirme todo incluso si dejara de amarme... Es un hombre que siempre tiene los
brazos extendidos para que yo me refugie en ellos cuando me siento amenazada e
insegura y jamás se aprovecha de ello, el me contagia de su entusiasmo y del
gran amor que le tiene a la vida... El no le tiene miedo a amar ni se envanece
porque es amado, el goza cada minuto de amor como si fuera el último... El no
vive esperando el mañana porque tal vez, el mañana nunca llegue... Lo encontré
y lo amo intensamente... Ese hombre del que hablo eres tu Rubén.
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