Hoy hable con el, fue una conversación cordial, su voz se escuchaba triste, quiere resarcir el daño, recuperar a su familia, pero ya es muy tarde, no hay marcha atrás, siento pena por el, pero tristemente debo de reconocer que el nunca cambiara... Me pide dejar al hombre que amo, pero eso no lo are jamás, no se como hacerle entender que el único lazo que ahora nos une... Son solamente nuestros hijos, dice que me ama y no lo creo, porque si, así fuera me dejaría ser feliz y no me seguiría culpando de nuestro fracaso, porque fue de los dos... Tal vez si yo desde el primer golpe hubiera puesto un alto, pero el miedo me empezó a paralizar, quise creer que mi amor lo cambiaría y tristemente no fue así, fui cayendo en un circulo de violencia del que ya no pude salir, soporte por mas de veinte años hasta que llegué a mi límite... Era el o yo... Fue en ese momento tan difícil de mi vida que llego Rubén y me enamore desde el mismo instante en que lo mire, el era lo que siempre añore, el hombre que en sueños yo miraba, no tenía rostro, pero lo tuvo al momento en que lo conocí, con el vivo, antes solo sobrevivía, con el tengo sueños, antes vivía en una pesadilla, con el se que siempre habrá un mejor mañana, antes no quería ver mas mañanas.
Ahora el me pide que crea en su amor, en su arrepentimiento, como hacerlo si a cada momento de una y mil maneras me demuestra que no es capaz de sentir amor ni por el mismo... No daré marcha atrás porque el verdadero amor solo llega una vez y ese llego el día que conocí a Rubén.
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