Soy una persona feliz, lo cual no quiere decir que no haya sentido dolores profundos. No quiere decir que no haya llorado lágrimas amargas. Ni quiere decir que aun no me queden noches oscuras por vivir y mariposas que sentir. Quiere decir que a pesar de los puñales, las puertas cerradas y las habitaciones sombrías, me gusta sonreír.
Quiere decir que nunca lloro por los balcones, sino cuando las lágrimas saltan al reboce de los ojos. Quiere decir que siempre apoyo y animo a quienes me importan, aun cuando me hayan ocasionado dolores imperdonables, desprecios injustos y verdades mezcladas con mentiras eternas.
Quiere decir que siempre me levanto por las mañanas, aun cuando las noches hayan sido de insomnio.
Quiere decir que la vida siempre me parece bella, aun cuando duele, tal vez mas cuando lo hace. Pero a veces se vuelve insoportable tanta belleza y decido morir por un rato, y vivir feliz.
Soy una persona feliz, que entrega todo cuanto tiene, que lo intenta todo de todas las maneras posibles y hasta de las imposibles. Sobre todo porque me gusta mucho poder decir aquella frase de "Por mí no quedó".
Y en estas horas tremendas de redes sociales y de portazos virtuales, me niego a bloquear el alma, que es lo único ya que queda abierto. La dejo abierta al dolor, y las lágrimas y la oscuridad; porque por la experiencia conozco la posibilidad de que todo cambie. Con toda seguridad habrá luces, sonrisas y alegrías en el futuro; aunque cabe la posibilidad de que ya nunca sean contigo... De que ya nunca sean por ti.
P.D.
Pero hoy por hoy nuestro plan de vida es vivir por siempre juntos y si Dios nos lo permite mas allá de la muerte...
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