miércoles, 5 de septiembre de 2012

Frente a mi espejo


Hoy me detuve en el espejo de mi casa y vi a una mujer mayor, sin sueños... Con la rutina de toda la vida y me di cuenta que me levanté 15 minutos más temprano que nunca.
Me había olvidado cuando fugazmente despertaba hace unos pocos años sonriente y me animaba de que ese día sería mejor que el anterior. Precisamente no recuerdo cuando cambió éso. Por despertar atrasada, desesperada por el tiempo, por los pendientes, empecé a no ir a los salones de belleza con la misma frecuencia porque el dinero lo ocupaba para otra "buena actividad familiar".

No tengo más de 45 años y me siento como de 90 años. Desesperada porque no he realizado muchas cosas, pero esas cosas ya no son los sueños de antes... Hoy que desperté 15 minutos antes de mi vieja rutina, recordé que mi hija de 7 años no me obedece y la de 15 dice que soy ridícula por mi manera de amar, el de 21 sólo me llama cuando necesita algo, el hombre al que amo hoy me dijo que solo hablo estupideces... Estoy segura que todos saben que los amo pero... ¿Cómo me pueden valorar si yo no lo he hecho?
Por eso, hoy y a partir de hoy seré " primero yo ", y lo quiero compartir con ustedes.

Levántense 15 minutos antes, mírense en el espejo y díganse a sí mismas a quien ven, ¿les gusta esa mujer o desean ser otra?... Nunca es tarde, tarde sería si mueren. Ese hoy fue hace poco mas de un año y las cosas cambiaron mucho, pero no fue fácil, por supuesto que no. Y bueno que más les puedo decir, soy otra porque ahora intento ser siempre primero yo.

Nos pasa que de pronto un día miramos de reojo una vidriera y vemos una imagen reflejada que no es la nuestra. Sucede que al mirarnos apuradas todas las mañanas reconocemos que ya no somos las mismas y añoramos a esa mujer que perdía horas preciosas inventando un nuevo peinado, o que soportaba una crema en el cabello y lo envolvía en una toalla para que luego tuviera un brillo destacable...

Mascarillas que nos hacían lucir espléndidas, maquillajes intensos que nos mostraban a una mujer sensual y atractiva, escotes, pantalones ceñidos, tacones que endurecían nuestras piernas al andar... Un día nos encontramos recordando a aquella mujer y sentimos que la fuimos sepultando lentamente. Presenciamos su lenta agonía y no hicimos nada para revivirla. La pareja, la familia, los niños, la casa, las compras, la limpieza, las camas bien tendidas, el orden...

Y allí debajo una mujer que grita: !!!socorro!!! que se mueve con amor, con sensibilidad, con vocación, pero que dejó lentamente que todo la supere y se quedó ahí, en ese lugar viendo pasar la vida de los otros y se olvidó de sí misma. Tenemos que revivir a esa mujer y hacer que diga:

!!Presente!! todos los días. Primero yo, y eso no significa que soy egoísta...

Primero yo, y eso importa. Intentemos recuperar a esa mujer bella que nos hacia sentir seguras, desterremos las culpas y si el desayuno, el almuerzo, la merienda o la cena se demoran un poquito porque estamos poniéndonos lindas, pensemos que ese cuidado de nosotras mismas, esa dedicación, ese amor serán la medicina mágica que hará que nuestra autoestima crezca. Si nuestra autoestima no está bien, nada esta bien en nuestra vida, y por ello dejamos que otros nos desvaloricen o nos desprecien.
Primero yo... Mi vida es una piedra preciosa, soy la única que puede hacer que se destaque su brillo o dejar que se apague para siempre.
Nunca se olviden de que nadie las valorará ni las amará si no piensan en PRIMERO YO.

No hay comentarios: