martes, 4 de septiembre de 2012

Señor...



Ayúdame a comprender a mis hijos, a escuchar pacientemente lo que tengan que decirme, a contestar con cariño todas sus preguntas. Hazme tan amable con ellos, como quisiera que lo fueran conmigo, no me permitas interrumpirlos, hablándoles de mal modo, sino enseñándoles con amor.

Dame valor de confesar mis faltas, para con mis hijos, no permitas que me burle de sus errores, ni que los humille o avergüence delante de sus hermanos o amigos, como castigo, pero sobre todo te pido que los guíes por el buen camino y seas tú su mejor amigo.

No hay comentarios: